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Hoy comienza una nueva vida

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Reflexiones

Hoy comienza una nueva vida

Mi papá me enseñó que siempre podemos elegir

Siempre he sabido que la vida te da justo lo que necesitas, aunque a veces no lo entendamos.

Los sueños que tuve de niña se han ido cumpliendo uno por uno.

Uno de los últimos en cumplirse fue un maravilloso viaje por Europa. Mi compañero de camino planeó todo para que fuera una experiencia inolvidable. Y lo fue. Cada uno de los detalles del viaje llenaron mis expectativas y nuevamente me reafirmaron que los sueños estás hechos para ser vividos.

Una de las últimas noches la situación era casi irreal de lo fantástica que fue. En el hotel, en Mikonos, rodeados de una atmósfera de fiesta, con salsa, Celia Cruz, y toda la música de rumba que yo elegiría venían a nosotros desde un bar distante. El hotel tenía wifi, así que aproveché a llamar por Skype a muchas personas con quienes quería compartir esa dicha.

Una de esas personas fue mi papá. Lo saludé y le conté donde estaba. Él quería conocer todos los detalles del viaje. Yo bailaba y hablaba por teléfono. Le pregunté que cómo estaba… Le formulé una pregunta que pensé no tenia nada que ver… Yo nunca le pregunto eso… Le dije “¿Y cómo va tu apartamentito?” En el instante mismo en que le formulaba la pregunta pensé que tal vez había dejado de poner atención. ¿¡Para qué preguntarle por su apartamento?! Me contestó que estaba bien…a su manera..”Ahí Chinita. Lo mismo…”. Le recordé que lo amaba profundamente y colgué…. Cómo iba a saber que era la última vez que lo iba a escuchar?

Ese día era un jueves…. El lunes siguiente estaba de regreso en mi hogar en Dubai. Llamé a mi papá y no contestó… Lo llamé el martes y tampoco contestó. Lo llamé el miércoles y me preocupé… Llamé a mi hermano para decirle que fuera a su casa y viera cómo estaba…. Fueron momentos de incertidumbre. Me imaginaba que de pronto estaría desmayado…..

Mi hermano y mi mamá me llamaron como a las dos horas… Lo encontraron en su apartamento. Se había suicidado…

Le conté a mi esposo… Empezamos a planear el largo viaje de regreso a casa, un mundo completo entre nosotros de aquí a Colombia. Escribí lo siguiente:

  Agosto 24/25

Dios mio. ¿Qué es esto? ¿Cómo así que mi papito se suicidó? ¡No lo entiendo!…

Me siento muy triste y con el corazón roto de saber que lo planeó todo. Que superó el impulso de romper la bolsa sobre su cabeza. ¿Qué estabas sintiendo Papito? ¿Pude haberte ayudado? ¿Por qué es elección?

Queridos ángeles, sé que en estos momentos están con él. Ayúdenlo a ver la luz pronto, que pueda ver su lección de vida y que pueda sentir todo el amor que por él siento.

¿Qué lecciones hay aquí para aprender? ¿Qué debo hacer? Te pido que me guíes Dios mío, a mi hermano, a mi mamá y a mi esposo. A mis tíos y tías …. Dános luz. Permíteme descubrir el camino a seguir. Ilumínalo.

Te amo Papito. Eres mi nuevo angelito si tu así lo eliges. Lo eres también de mi hermano que tanto te necesita.

Sigue la luz, supera el miedo, la rabia y el dolor. Dios no castiga, Él te ama. Permítete sentir ese amor, no lo rechaces. Mereces ser amado, y lo sabes. No fue fácil expresarte amor en esta vida… No. Me equivoco. Si lo fue. Lo único que pedías era compañía. Perdóname por no haberte dado más.

Tus carcajadas, tus fuertes abrazos con palmadas en la espalda, el temblor de tus manos y tu cuerpo cuando estabas muy emocionado… y el ¡Ay! Chinita… ¿Quién me va a decir así ahora?

¿Por qué no te despediste? ¿Por qué no nos diste la oportunidad de cuidarte? ¿Fue un acto generoso? ¿Fue un acto de rabia con los de la inmobiliaria? ¿Por qué no contestaste? ¿Qué cambió? Posiblemente nunca voy a tener respuesta a estas preguntas…

Cuando estés listo a comunicarte, aquí estoy. Pido a los ángeles que me ayuden a limpiar mis canales de comunicación y a transmutar el miedo que las comunicaciones me han producido en el pasado. Estoy aquí lista a ayudarte y a escucharte si así lo eliges. Si no lo eliges, igual te recordaré siempre con amor y te lo enviaré cada vez que te piense.

Prendí varias velas en tu nombre.

Y comenzó el regreso a casa. Estaba muy triste. Mi esposo me acompañó desde el alma. ¡Cuanto le agradezco a la vida que él esté conmigo! Lloré por horas y horas… Dormí a ratos. Al fin, después de 32 horas llegamos a la puerta de la casa de mi mamá. ¡Qué alivio poder abrazar a mi hermano! ¡Y a mi mamá! Su compañía y sus palabras fueron un bálsamo para el alma.

Al llegar a la funeraria me di cuenta que mi tristeza era sin dolor… No había rencor…Ver el dolor en mis tíos me indicó que la paz que sentía debajo del dolor era para compartirla. ¿Cómo hacerles ver que esta situación era un regalo? ¿Cómo compartir con ellos que esta tristeza profunda había que dejarla ser, y pensar sólo cosas bonitas? 

Mi papá decidió sin lugar a dudas que no quería vivir en otro lugar. Que depender de la ayuda de otros no era una opción. Decidió terminar con su paso por aquí de forma concienzuda y detallada. Organizó su apartamento. Lavó la loza. Clasificó y quemó algunas fotos. Esperó a que la chimenea se enfriara. Se sentó en su silla frente al televisor. Dejó los ceniceros desocupados. La basura desocupada. Dejó los datos de mi hermano a plena vista, y los documentos del apartamento. No dejó una nota. Todo estaba claro. ¡Qué dolorosa elección papito!

Fueron momento extraños para mi y para mi hermano. Agradecimos profundamente la compañía de todos los que estuvieron con nosotros. Lo extraño era que mi hermano y yo estábamos consolando a los demás. En su mente y en la mía había un sólo pensamiento. Lo amamos. Por su decisión estamos vivos. Nos regaló la vida. Su muerte es su decisión y la respetamos. No la juzgamos. No la hubiéramos elegido, pero así el lo quizo. Lo respetamos y lo amamos.

Cerrar el apartamento, donar sus cosas, pintar las paredes, todo se sentía irreal. Yo seguía preguntándome en qué momento él entraría por la puerta y nos reclamaría por sus cosas. ¡Qué duro que le daba el cambio!
La muerte de mi papá me recordó lo mucho que amo a mi familia. A todas las personas que me han hecho quien soy. A mis amigos. A los amigos de mi hermano. ¡A esos grandes amigos que incluso fueron al aeropuerto para darme un abrazo!
Y seguí escribiendo….

Agosto 28

Y aquí estamos papito. Te fuiste, como tú decidiste que era la manera más libre y de menor sufrimiento. Tal vez no supiste lo mucho que te amamos, lo que estaríamos dispuestos a hacer por ti.

Espero que en este proceso de revisión que estás viviendo puedas encontrar fácilmente la luz. Te amo profundamente.

Te agradezco de forma infinita que hayas sido mi papá, que me hayas amado.

Tengo muchos recuerdos bonitos, y otros no tanto, pero momentos que me ayudaron a ser quien soy hoy en día.

Desde algunos aspectos entiendo lo que hiciste, pero desde otros muchos no logro entenderlo. Tal vez no es necesario que lo entienda. Tal vez parte de tu lección es que debemos ver lo que tenemos plenamente.

Muchas personas te dieron su amor. Muchas personas nos expresaron a mi y a mi hermano lo mucho que significaste en sus vidas. Espero que ahora estés sintiendo ese amor.

Tal vez no sabías que yo estaba lista a cuidar de ti aunque fuera desde la distancia. Tal vez no sabías lo mucho que quería mostrarte las fotos del viaje. Tal vez no sabías las ganas que tenía de darte un abrazo, de verte.

Ya no te voy a ver en este plano. Ya no te voy a poder dar un abrazo o contarte cómo es mi vida.

Sólo deseo que te quedes cerca como otro angelito. Que estés a mi lado cuando se sigan cumpliendo mis sueños y los de mi hermano. ¿Nos puedes ayudar con eso?

Me vas a hacer muchísima falta, más tal vez de lo que nunca imaginé. Estoy aprendiendo a perder el miedo a lo que siento. Estoy abriéndome un poquito más para desde aquí experimentar lo de allá.

Te amo y te perdono. Me diste dos vidas. La mía y la tuya.

Y así volvió la vida diaria. Era hora de volver a trabajar. Comenzó el viaje de retorno a Dubai. Me fui con el corazón triste, no quería dejar a mi mamá, a mi hermano, a mi familia y a mis amigos… Pero estoy viviendo la vida que elegí.

El regreso al trabajo me devolvió rápidamente a la realidad. Nuevamente me estaba encontrando con situaciones cotidianas que distan de lo que había imaginado. Pero son estas mismas situaciones las que han hecho aún más claro qué es  lo que realmente quiero.

Quiero estar con mi esposo. Es una persona de un corazón gigante. Agradezco por cada instante que estoy con él. Quiero seguir construyendo mi vida con él.

Quiero poder darle la mano a quienes lo necesiten.

Quiero trabajar en un lugar donde pueda ser plena.

Y quiero expresarme. Y es así como hoy, después de finalmente recibir de la vida a través de una pierna rota el descanso que tanto estoy necesitando, que se desbloqueó mi escritura. Es así como hoy sentí la necesidad profunda de sentarme a escribir lo que siento. De escribir ya no solo para mi, sino para compartir.
Hay vida después de la muerte. Hay vida después del suicidio de mi papá. Hay vida y es la mía y la nuestra. Es la vida que estamos eligiendo vivir. Mi papá me enseñó que siempre podemos elegir. Si elegimos continuar, que sea una elección de amor y de paz. Si estamos vivos es para ser dichosos. Para descubrir en cada problema u obstáculo que encontremos una oportunidad de conocernos más, de aprender a ser mejores. Para disfrutar cada abrazo, cada atardecer, cada amanecer. Para gozar de la compañía de quienes están alrededor. De poner atención a las flores, a los pajaritos, a los seres humanos que no quieren sentirse solos.
Así como mi papá eligió su muerte hoy con el inicio de este blog inicio el resto de mi vida. Que mi vida esté al servicio de todos a quienes pueda ayudar.

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